Periodo neonatal en perros y gatos

 

El periodo neonatal es el comprendido entre el nacimiento y los 15 días de edad (2 semanas), en caninos; en el gato, este periodo ocurre desde el nacimiento hasta los 10 días de edad. El periodo perinatal comprende las primeras 24 horas del neonato (primer día del periodo neonatal).

La principal característica de este periodo de la vida del cachorro es la inmadurez física, fisiológica e inmunológica. Lo cual lo convierte en un individuo en riesgo y con características diferentes a los cachorros de más edad.

El conocimiento de esas características diferentes es lo que nos va a permitir disminuir los riesgos vitales del neonato y así poder reducir los índices de mortalidad neonatal.

Los cachorros y gatitos nacen con los ojos cerrados y es importante determinar reflejos que se encuentran presentes y que marcarán un comportamiento normal o diferente en cada uno de los individuos de la camada.

 

-Reflejos:

Reflejo anogenital: Este suele ser estimulado por el lamido de la madre con lo que conllevara a la micción y defecación de la mascota. Se lo puede realizar inclusive con una toalla húmeda en la parte del periné. Juega un papel importante en el aprendizaje de la postura de sumisión por parte de la cría.

Reflejo de termotropismo positivo: Acto reflejo que consiste en dirigirse hacia una fuente de calor. Durante los primeros 4 días de edad les mantiene junto a la madre y/o hermanos, disminuyendo el riesgo de enfriamiento y de alejarse de la fuente de alimentación.

Reflejo de succión: Reflejo labial que provoca la succión al colocar en contacto con los labios un objeto que pueda recordar al pezón. Desaparece a los 21 días de edad.

Reflejo de hociqueo: Los cachorritos empujan con su hocico si se les estimula por contacto alrededor de este. Les permite localizar las mamas y alimentarse. Este reflejo suele desaparecer a los 15 días de edad con la apertura de los ojos.

 

-Anamnesis y exploración clínica del neonato:

El realizar una correcta anamnesis conlleva recolectar datos que se consideran de suma importancia para la vida actual y futura de la mascota.

Temperatura:

La temperatura normal el primer día es de 34.5 – 36 °C. Del 2º día al 15 es, en promedio de 36 – 37 °C. El control diario de la temperatura es de suma importancia, pues la hipotermia es una de la principal causa de muerte en neonatos. Los cachorros no adquieren el control absoluto de su temperatura hasta aproximadamente las cuatro semanas de vida. A su vez el reflejo de temblor está ausente hasta el sexto día de vida.

Constantes cardio respiratorias:

La frecuencia respiratoria tiene un promedio de 15 a 30 respiraciones por minuto. La frecuencia

cardíaca oscila entre los 200 a 220 por minuto.

Peso:

Es un dato de suma importancia. Al nacer puede ser un índice de viabilidad del neonato. El peso, al nacimiento debe ser adecuado para cada raza.

Algunos ejemplos: 

Cocker spaniel 200-240 g

Yorkshire terrier 100-130 g

Labrador 300-400 g

Pastor alemán 400-500 g

Bóxer 300-400 g

Golden retriever 400-600 g

Pequinés 110-150 g

Chihuahua 100-120 g

Ovejero Alemán 400 – 500 g. 

En la mayoría de las razas de gatos, un peso al nacer, de menos de 80 g tiene un índice de mortalidad cercano al 100 %.

En las primeras 24 horas (periodo perinatal) el peso puede disminuir. En el periodo neonatal el peso se dobla a los 14 – 16 días en perros y a los 10 – 12 días en gatos.

La ganancia de peso promedio en perros es de 2 gramos por kilo de peso adulto. En gatos es de aproximadamente 7 gramos por día.

Hidratación:

El estado de hidratación puede ser difícil de evaluar en cachorros y gatitos neonatos. La turgencia cutánea no es una técnica diagnóstica muy precisa como indicador del estado de hidratación

en animales pediátricos como lo es en animales adultos porque, los recién nacidos tienen menos grasa subcutánea.

Los cachorros y gatitos con un estado de hidratación normal presentan una profunda coloración rosada de la zona ventral, a nivel del hocico y las membranas mucosas orales.

Comportamiento:

Los cachorros y gatitos pasan la mayoría del tiempo durmiendo dentro de las 2 a 3 semanas de vida. Es normal que los cachorros estén en conjunto y pegados a su madre. Los cachorros tendrán este comportamiento hasta las 5 o 6 semanas de vida. Cuando los neonatos están despiertos deben ser capaces de responder al dolor, olor y tacto.

Otras consideraciones:

La percepción del dolor ya existe al nacimiento pero el reflejo de retirada no se establece hasta los 7 días de vida.

Si sujetamos al cachorro en el aire por la base de la cabeza o por el tórax, o simplemente observando la posición de reposo veremos que en el perro, los primeros cuatro días dominan claramente los flexores, y entre los 5 y 21 días dominan los extensores, produciéndose luego una normotonía, un equilibrio entre los reflejos extensores y flexores.

En los gatos, por el contrario, se produce una dominancia de flexores y extensores alternativamente dependiendo de la posición del cuerpo.

Un buen dato del estado del cachorro o gatito es la rapidez para recuperar la posición si se lo pone de espaldas sobre una toalla. El reflejo de temblor aparece a partir del sexto día, hasta entonces el riesgo de hipotermia es muy alto. El denominado reflejo magno determina que al girar la nariz del cachorro hacia un lado el animal extiende las extremidades del lado opuesto hacia el que se gira, y flexiona las del lado del giro.

El reflejo de nausea no aparece hasta los 10 días, por lo que hay que tener en cuenta el riesgo de una intubación incorrecta. En el caso de los gatos, los testículos deben estar ya en el escroto en el nacimiento o descender a los pocos días, aunque no es infrecuente que suban y bajen a la zona inguinal. En el perro el descenso es más tardío. A los 8-10 días ya se sostienen sobre las extremidades anteriores y a los 12-15 días sobre las posteriores. Los cachorros abren los ojos a los 12-15 días, mientras que los gatitos lo hacen entre los 6-14 días con una media en el día 8. En el caso de los perros abren los oídos entre los 14-17 días y los gatos entre los 6-14 días, con un media en el día 9. Sin embargo, la orientación visual y sonora es más tardía.

 

-Principales causas de patología:

Hipotermia: La hipotermia en el neonato es de fácil aparición pues, debido a su inmadurez, no regulan su temperatura hasta el mes de nacidos. La temperatura ambiental adecuada para el cachorro se sitúa en torno a los 30-32° C las primeras 24 horas, pudiendo luego situarse entre los 28-30° C durante la primera semana, manteniéndose luego en los 26-27° C la segunda y tercera semana y 24-25° C posteriormente.

Signos de hipotermia: Dejan de mamar, bradicardia, aumento de la frecuencia respiratoria, gemidos, disminución de actividad, rechazo materno y muerte.

Tratamiento: Calentamiento progresivo (1 a 4 horas), controlar humedad y temperatura ambiente.

Humedad: La humedad ambiental es importante para evitar se presente una deshidratación. Es adecuado un porcentaje entre el 55-60% en situaciones normales, aunque puede aumentarse hasta el 80% en el caso de animales debilitados. No debe ser superior al 90% sobre todo si la temperatura es alta.

Hipoglucemia: El neonato carece prácticamente de reservas hepáticas de glucógeno y la gluconeogenesis recién comienza a los 6-8 días y a partir de allí se regulariza lentamente. Sin embargo, hasta los 21 días la mayoría de los neonatos presentan de manera fisiológica cierto grado de glucosuria sin hiperglucemia, en caso de que la glucosa en orina aparezca normal es conveniente descartar que estemos ante el inicio de una hipoglucemia.

Signos de hipoglucemia: Deja de mamar, gemidos, respiración irregular, enfriamiento, deshidratación, convulsiones, coma y muerte. Glicemia por debajo de 0.70 g/l.

Tratamiento: Aporte de suero glucosado, mantener temperatura.

Higiene: Las condiciones higiénicas son de vital importancia y están en el origen de infecciones dermatológicas, umbilicales, oculares, entre otras.

Hipoxia: El no aporte adecuado de oxígeno al neonato será causa de muerte. Es una de las más frecuentes. Cualquier causa que limite la dilatación de los alvéolos, parto dilatado, cesárea, etc. comprometerá la sobrevida del neonato. También partos dilatados pueden desencadenar el reflejo inspiratorio provocando la aspiración del líquido.

Los signos de un neonato hipóxico son: disnea, cianosis, bradicardia, rechazo materno.

El tratamiento consiste en despejar correctamente las vías aéreas, estimular la respiración por medio de fricciones en tórax manteniendo la cabeza hacia abajo, la administración de doxapram y oxigenoterapia.

La prevención consiste en lograr un rápido transito pelviano, abreviar los tiempos de cesárea, si es posible efectuar la cesárea en decúbito lateral para evitar la compresión de la aorta y cava, protocolo anestésico más seguro para los neonatos, reanimación enérgica y competente.

Procesos congénitos o hereditarios: Este tipo de afecciones van a interferir en la correcta adaptación y crecimiento, como paladar hendido, labio leporino, malformaciones de extremidades, problemas metabólicos. Este tipo de anormalidades pueden diagnosticarse con un correcto examen físico apoyado de pruebas complementarias en el caso de que sea necesario.

Septicemia neonatal: Enfermedad sobreaguda que causa muerte repentina. Las muertes se repiten cada 12 a 24 horas. La necropsia muestra congestión generalizada.

La causa probable es derivada de una onfaloflebitis, mastitis o metritis maternas, infecciones varias en apariencia banales que a causa de la inmadurez inmunológica del neonato se extienden rápidamente, más aun cuando no ha habido una ingestión de calostro adecuada.

Tratamiento: Antibióticos, terapia de sostén.

Síndrome "Leche tóxica": Signos Clínicos: gritos, gemidos, hinchazón abdominal, tenesmo, ano edematoso y violáceo. La etiología principal, mastitis, pero se ha postulado también a la carencia de zinc en la dieta materna, o a una dieta hipoproteica.

El tratamiento consiste en alimentar a los cachorros por sonda o biberón, hasta lograr la recuperación de la madre.

 

-Patologías propias de los felinos:

Peso insuficiente: El cachorro felino debe tener un peso mínimo al nacimiento de 90 gramos. Con un peso de 80 a 90 gramos, la mortalidad asciende al 63 %, y por debajo de los 80 gramos al 100 %. La mayor frecuencia de bajo peso al nacimiento se da en razas pequeñas y en gatas primíparas. La causa más frecuente es la inadecuada dieta materna durante la gestación.

Síndrome de maldigestión: Este síndrome de etiología desconocida provoca, en el gatito neonato, dolor, heces grises, e hinchazón abdominal. El tratamiento consiste en suministrar alimentación artificial.

Muerte súbita: El neonato muere repentinamente sin ningún signo clínico previo. La etiología es desconocida y el tratamiento inexistente. El diagnóstico por necropsia revela una cardiomiopatía congestiva.

Isoeritrolisis neonatal felina: Esta enfermedad se produce por incompatibilidad de grupos sanguíneos. En gatos existen tres grupos sanguíneos: A, B y AB; siendo el más frecuente el grupo A.

Simplificando, la enfermedad se produce cuando gatas B producen anticuerpos anti-A en el calostro y estos son absorbidos por un neonato A.

Los signos varían de la muerte el primer día de vida a ictericia hemolítica, anemia, hemoglobinuria a los tres días o anemia, necrosis de la cola y alteraciones a nivel de piel a los veinte días de nacidos.

El tratamiento consiste en separar los gatitos de la madre e hipotéticamente una transfusión completa de sangre. La prevención de esta patología seria determinar grupos sanguíneos antes del apareamiento.

 

 

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